Esta pieza familiar mezcla el trabajo actoral con el teatro de sombras y máscaras para transportarnos a un carnaval donde ningún animal es lo que parece. Amanece en el bosque; es un día de fiesta muy especial. El cuco se disfraza de araña; el cisne, de conejo; la tortuga se pone alas; y el burro es unicornio por un día. Todas las especies celebran y bailan… menos una. El león quiere sumarse a la celebración, pero no sabe cómo hacerlo y espanta al resto, quedando solitario en el bosque. Allí ayudará a los animales con los que se irá encontrando en el camino, mostrándonos su gran corazón.