La temporada 2025 se presenta como un mar de dudas para Fernando Alonso, que ya se prepara para su vigesimosegundo año en la F1. Después de un segundo intento decepcionante con Aston Martin, la escudería británica se adentra en una dura transición, con Adrian Newey al frente del departamento técnico y los ojos puestos en el cambio de reglamento que sacudirá el Gran Circo en 2026.
No es fácil describir las últimas dos campañas de Fernando Alonso. A pesar de mantener su estatus como uno de los pilotos más fuertes de la parrilla a sus 43 años, la vertiginosa caída de rendimiento de los monoplazas verdes ha traído de cabeza a todos sus seguidores. De seis podios en las ocho primeras carreras de 2023 a solo poder entrar en los puntos en cinco de las últimas diez pruebas de 2024. Aston había perdido el rumbo.
Pero Newey llega con la promesa de resolver la situación. Con 26 Mundiales de F1 bajo el brazo, el ingeniero británico ya se ha puesto manos a la obra... con el monoplaza del año que viene. Por el contrario, el AMR25, que dejó muy frío al paddock durante los test de pretemporada en Bahréin, se enfrentará al temprano abandono de sus evoluciones, más allá de aquellas previstas para el GP de España, en junio.
Fernando Alonso ya habla de "revivir" el monoplaza con dichas actualizaciones: "Si aciertas con un paquete de mejoras cambia tu temporada. Tendremos mejoras en el coche y si una de esas revive al coche, de repente puedes luchar por cosas mucho mejores", aseguró el ovetense.
Eso sí, aunque el nuevo Aston Martin no esté capacitado para pelear por victorias, o podios, y ya veremos los puntos y las Q3, la parrilla se aprieta cada vez más, y una pequeña modificación puede darle la vuelta a todo. "Espero cambios en el orden durante la temporada. Hay muchos ejemplos en los últimos años. McLaren es el más claro en 2023, pero también Mercedes en 2024. O Alpine, que les doblaron en las primeras carreras de la temporada pasada y luego eran el cuarto o quinto coche más rápido", dejó caer el bicampeón mundial.
Por otra parte, desde la fábrica de Silverstone no se han mostrado pesimistas, y aseguran no haber enseñado sus armas en los test. "No hicimos ninguna simulación de carrera, no estaba previsto. Se hicieron varias tandas largas de diez vueltas. Nos hemos concentrado más en hacer el coche más predecible, que era el objetivo del 2025. Hacer el coche más fácil de conducir, y obviamente más rápido", afirmó Pedro de la Rosa, embajador de la escudería inglesa, en declaraciones recogidas por As.
El rendimiento y la posible evolución del AMR25 de Fernando Alonso y Lance Stroll es una de las grandes incógnitas de la temporada 2025 de Fórmula 1, una campaña que promete una batalla encarnizada por el Mundial y por cada uno de los puntos accesibles.
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