El error con la lavadora que cometen muchos al irse de vacaciones y que encarece la factura


         El error con la lavadora que cometen muchos al irse de vacaciones y que encarece la factura
Con la llegada de las vacaciones de Semana Santa, muchas familias aprovechan para desconectar de la rutina y salir de viaje, lo que implica dejar sus hogares vacíos durante varios días. Sin embargo, al hacer las maletas y pensar en el descanso, pocos se detienen a considerar que, en realidad, existen maneras para seguir ahorrando energía y agua, incluso cuando no están en casa. Uno de los electrodomésticos que más pasa desapercibido en este sentido es la lavadora, que, aunque no lo creamos, puede seguir generando costes ocultos si no se toman las respectivas recomendaciones y precauciones antes de salir por un periodo prolongado de tiempo como lo es la Semana Santa. Uno de los consejos más importantes que ofrecen los expertos, como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es cerrar la llave de paso del agua que alimenta la lavadora. Y es que aunque parece un detalle menor, dejarla abierta puede provocar pequeñas fugas que, con el paso de los días, suponen un consumo adicional y un incremento en la factura mensual. Cerrar esta llave evita una de las razones por las que existen más gastos inesperados en los hogares: un daño. La llave abierta podría generar escapes o averías en la instalación, algo especialmente problemático si no hay nadie en casa para detectarlo a tiempo. Una fuga imperceptible desperdicia litros de agua diariamente, lo que no solo afecta al bolsillo, o causa humedad, sino que también le hace daño al medioambiente. Otro aspecto que muchas personas olvidan es el mantenimiento interno de la lavadora durante periodos de inactividad. Dejar la puerta de la lavadora entreabierta es una recomendación básica pero muy útil. Esto permite la circulación del aire y evita que la humedad atrapada en el tambor genere moho, malos olores o incluso la proliferación de bacterias. Si se cierra completamente la puerta antes de irse de vacaciones, la humedad interior se convierte en un problema que afecta la higiene del electrodoméstico y de la ropa en los siguientes lavados. Ente contexto, un pequeño gesto ayuda a conservar la lavadora en mejor estado, evitando también gastos de mantenimiento a largo plazo. Además, no hay que olvidar la importancia de desconectar la lavadora de la corriente eléctrica. Aunque esté apagada, si permanece enchufada, sigue consumiendo energía en modo de espera, un fenómeno conocido como “consumo fantasma” o “standby”. Además, con este gesto, reducimos el riesgo de cortocircuitos o sobrecargas en caso de tormentas o fallos eléctricos mientras se está fuera. Antes de salir, también es recomendable hacer una revisión general de todos los electrodomésticos y sistemas automáticos que puedan consumir recursos. Si se tiene riego automático, caldera, calentadores de agua, aire acondicionado programado o incluso cargadores enchufados, es aconsejable apagarlos o desenchufarlos para evitar consumos innecesarios durante la ausencia. Finalmente, al volver de las vacaciones, una revisión rápida del estado de la lavadora y otros aparatos puede asegurar que no haya habido problemas. Verificar que no haya acumulación de humedad, revisar las conexiones de agua y electricidad, y hacer un lavado de mantenimiento sin carga puede garantizar que todo funcione correctamente para volver a la rutina sin imprevistos.

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