J. A. Areta Goñi “Juxe” es un agitador de la cultura vasca y principalmente de la escena musical de Euskal Herria que permanece voluntariamente en la sombra desde hace mucho tiempo. Y su proyecto “Zu barik eztau” es muy posiblemente el resultado de haber trabajado tan duro y con tanta motivación durante estos largos y fructíferos 25 años. Durante largo tiempo se ha pateado todo tipo de garitos para fotografiar a músicos locales e internacionales, así como a aquellas personas cuya mirada haya llamado su atención. En ello sigue sin sacar ruido y trabajando duro como las hormigas. Subrayo su discreción, porque aún contando con un amplio bagaje como fotógrafo y como gran conocedor musical, siempre ha querido pasar desapercibido. La música y la fotografía son sus grandes pasiones, lo que le mueven, de ahí que se haya convertido en testigo fiel y fidedigno y parte del paisaje musical: estamos en deuda con él por haber recogido y guardado para nosotros/as la esencia de importantes momentos musicales de pequeñas y grandes bandas vividos en Euskal Herria. Pasión es, además del resultado, el modo de hacer. Y ello está latente siempre en el trabajo de JUXE. Otro aspecto que también hace más especial su labor es el hecho de que en estos tiempos de prisa e impaciencia, él elabora con tiempo, magia y mimo cada una de las fotografías. Trabaja con cámaras analógicas y él mismo positiva las copias a mano mediante  proceso químico. Una a una, jugando con el tiempo, disfrutando del camino, controlando todo el proceso, hasta conseguir el preciado resultado final. JUXE cuenta con un largo recorrido y aún siendo los directos su principal especialidad, durante estos años ha realizado trabajos de diversa índole. Por ello, ha conocido a muchísima gente y cuenta con numerosos amigos/as principalmente en el amplio y rico panorama cultural de Euskal Herria. En este su proyecto más personal ha reunido docenas de conocidos/as y amigos/as y les ha hecho sendos retratos ayudado de una cámara analógica de formato medio, la Hasselblad 500c. De esta manera, tras un largo periplo en otras disciplinas ha llegado ahora al ámbito del retrato personal. Ha revelado todos estos retratos en su laboratorio, uno a uno con mucho mimo y con la luz roja como única compañera. Encontraréis personas de relevancia en la singular exposición de este proyecto y también desconocidas, ya que aún desde el anonimato cada una de ellas es indispensable para entender mejor y valorar el amplio y rico panorama cultural de Euskal Herria; además, todas ellas son de alguna manera ‘cómplices’ del amplio trabajo fotográfico realizado por JUXE durante todos estos años. Muy posiblemente por esta razón haya definido el autor el proyecto como “Zu barik eztau” (Sin ti esto no sería posible), ya que el autor de Orereta vive la fotografía y la cultura como un acuerdo entre iguales. Y también probablemente a través de esta muestra quiera dar las gracias a todos/as estos/as compañeros/as de viaje, y celebrar el camino andado y el que queda por andar.