La muestra explora su particular forma de crítica sobre el consumismo, la gravísima contaminación de la mar y de la necesidad de crear una conciencia general de conservación y protección de la misma, considerándola, en lugar de nuestro vertedero, una fuente de vida. Lejos de ser entendida como una retrospectiva, esta muestra se centra en revelar la relación del artista con la mar, su manera de entender que los deshechos vertidos a la mar son grandes hallazgos; lo que para muchas personas es basura, para él son tesoros a los que dar una segunda oportunidad, una segunda vida. El proyecto celebra, en definitiva, la relevancia de las segundas oportunidades e invita a la acción social. La oportunidad creativa que la mar le brinda le permite la reflexión crítica, y no a la inversa. Huye de etiquetas que definan lo que él hace porque se considera un autodidacta que utiliza su intuición y no responde más que a su propia motivación, esa que le sacude el espíritu artístico, crítico y político. En resumen, LA MAR. Arte con basura supone una oportunidad para explorar el potencial creativo de de Iñaki Aguinaga, su manera de escapar de un mundo que no comprende, regresando constantemente a la mar y construyendo todo un universo de personajes para sensibilizar sobre la contaminación en aumento que soporta la mar y el consumismo excesivo.