Una historia de mujeres contada por una mujer. La directora ha dicho que quería mostrar una relación lésbica con la mirada de una lesbiana. Para ello, una puesta en escena sobria, ausencia de banda sonora salvo en algunos momentos y planos que detallan sonrisas y miradas, junto a otros con magníficos paisajes. Y en torno a la historia de amor, la presencia del mutuo apoyo en un grupo de mujeres; los hombres solo existen en la lejanía. En la Francia del siglo XVIII, una pintora recibe el encargo de hacer el retrato de una joven para acordar su matrimonio, algo a lo que esta joven se niega, por lo que debe pintarla sin su consentimiento. Interpretaciones notables en un relato sosegado que reproduce, con suma delicadeza, una época.