Por séptimo año consecutivo, la terraza situada en la parte más alta de Baluarte abrirá sus puertas al público la segunda quincena de julio para acoger el "RoofTop Cinema", un ciclo de cine al aire libre organizado por Filmoteca de Navarra y Baluarte. En esta ocasión, la sala de cine con mejores vistas de la ciudad acogerá la proyección de cinco títulos en los que sus protagonistas rondan las alturas; vecinos que se refugian en lo alto para sucumbir a sus tentaciones, a sus pasiones, a sus aventuras o a encontrar un sentido a sus vidas. Cinco relatos de distinto género, de diferentes épocas, y narrados con diversas miradas, firmados algunos por maestros reconocidos en la Historia del cine (Hitchcock, Wilder), por sobresalientes narradores (Clayton, Zemeckis) o por cineastas noveles y a descubrir (Mádl). Todas las proyecciones tendrán lugar a las 22:15 horas y serán en versión original con subtítulos en castellano. Las entradas cuestan 6 € y se pueden adquirir en las taquillas de Baluarte y en la web www. baluarte. com. Los abonos, que incluyen entradas para las cinco películas, cuestan 25 €. Será obligatorio el uso de mascarilla en las sesiones. Jueves 16 de julio, 22:15: Rope (1948, La soga en castellano)Dirección: Alfred Hitchcock
Guion: Arthur Laurents, Hume Cronyn
Fotografía: Joseph Valentine, William V. Skall (C)
Música: Leo F. Forbstein
Intérpretes: James Stewart, John Dall, Farley Granger, Cedric Hardwicke, Joan Chandler, Douglas Dick, Constance Collier, Dick Hogan
Duración: 80 minutosAl ático en que viven dos estudiantes van llegando los invitados a una especie de fiesta de fin de curso. El invitado que más temen es su tutor y profesor, un astuto criminólogo que sostiene que el crimen perfecto no existe, aunque ellos se han propuesto demostrar lo contrario. En efecto, con su llegada crece cada vez más la tensión y el nerviosismo de los jóvenes. Y no es para menos, porque tienen un cadáver encerrado en el arcón que sirve de mesa para la cena. La película es una de las más experimentales de Hitchcock y "uno de los experimentos más interesantes que haya intentado un director importante trabajando con grandes nombres de la taquilla", abandonando la mayoría de las técnicas normales de rodaje para permitir largas escenas continuas, las denominadas plano-secuencia. Fue filmada en un único escenario, aparte de la escena externa de la calle durante la sucesión de los títulos de crédito. Los movimientos de cámara fueron cuidadosamente planeados y casi no hubo modificación posterior en el montaje. Fue también la primera película en color rodada por Hitchcock.