Los economistas ven en la vivienda un riesgo para España y descartan que la oferta se recupere a medio plazo
La mejora generalizada de las previsiones económicas para España, a la que este miércoles se ha sumado el Consejo General de Economistas (CGE), no oculta que el país sufre un "gravísimo problema" con la vivienda, con connotaciones tanto sociales como económicas, que está afectando a la capacidad de ahorro y consumo de los hogares, reduciendo su renta disponible, impidiendo que los jóvenes se emancipen y reduciendo la movilidad interterritorial clave para un funcionamiento correcto del mercado de trabajo. El CGE ha lanzado esta severa advertencia tras apuntar a que el avance del PIB nacional en el primer semestre, del 3,1% en tasa interanual, permite elevar el cálculo de crecimiento para el conjunto del ejercicio al entorno del 3%. Esa buena salud de la macro no esconde, sin embargo, una realidad micro que está impactando de lleno en las familias y que afecta a su proyecto vital. "Los precios de venta acumulan una subida a septiembre del 8,7% con respecto al mismo mes del año anterior, y en el caso de los alquileres, la subida ha sido del 10,2%", ha recordado Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo. Pedraza ha advertido, además, de que este problema no se va a solucionar en el corto plazo y de que la falta de oferta para atender a una demanda que crece mucho más rápido (como han constatado el INE o el Banco de España, atendiendo al dato de creación anual de nuevos hogares) no se va a solucionar ni siquiera en el medio plazo, bajo las circunstancias actuales y teniendo en cuenta las medidas que las distintas administraciones han puesto hasta ahora sobre la mesa. Desde su punto de vista, el incremento del precio de la vivienda viene dado por ese déficit de oferta, que en relación con los hogares de nueva creación se elevará en el 2025 hasta el medio millón de inmuebles. De ahí que lo considere "todo un problema de difícil solución, incluso a medio plazo". Se ha referido, además, al caso concreto de los alquileres, y ha aseverado que la disminución paulatina de la oferta de pisos obedece a que la nueva regulación viene afectando a la puesta en el mercado de nuevas viviendas de alquiler y disparando sus precios. Las connotaciones sociales son "graves" por limitar el acceso tanto en compra como en alquiler, dado que cuatro de cada diez hogares ya destinan más del 40% de sus ingresos al pago del alquiler, a la vez que el acceso a la vivienda se hace imposible para los jóvenes. "La bajada de los tipos de interés y del coste de las hipotecas presionará aún más a una demanda insatisfecha ante una oferta con nula capacidad de respuesta", ha advertido el economista. En su último 'Observatorio Financiero' los economistas mantienen su previsión de crecimiento de la economía española en el 2,9% este ejercicio y mejoran una décima la de inflación hasta el 2,7%. La inercia de la actividad en el segundo trimestre (cuando el PIB sorprendió con un avance del 0,8%), la fortaleza de las exportaciones y el avance, aunque lento, del consumo privado, estarían detrás de este comportamiento. En lo que respecta al mercado de trabajo, empeoran tres décimas la tasa de paro prevista a cierre de este año hasta el 11,3% (por lo que se mantendría en el doble que la media de la Eurozona) y advierten, como han hecho otros organismos y expertos, de la debilidad persistente en la formación bruta de capital fijo o inversión productiva (esto, pese a que esta variable ha avanzado un 2,2% interanual entre abril y junio). Ven factible que España pueda ceñirse a lo comprometido con las nuevas reglas fiscales y que el PIB se acerque al 3% exigido por Bruselas, y han rebajado medio punto su previsión de ratio de deuda con respecto a la de septiembre, hasta el 105,5%. Con todo, no descartan que esta mejore de aquí a final de año "por el menor gasto" previsto.
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