Dentro del programa de las Jornadas Fotográficas de Zarautz de 2024. “La actitud implícita en el consumismo, es engullir al mundo. ”Así escribía el psicoanalista Erich Fromm en su libro “Tener o ser” de 1976, un ensayo escrito en un momento histórico en el que Europa conocía y experimentaba los efectos de una economía globalizada y cada vez más cercana al modelo americano. Sin embargo, los 48 años que nos separan de la redacción de este aviso no han disminuido su relevancia, al contrario, el tiempo y la evolución a la que ha estado sometida nuestra sociedad lo han cargado de significado y lo han convertido en el punto de partida ideal para una reflexión. Además, Fromm no contaba con lo que supondría una herramienta como internet, es decir una verdadera revolución no solo a nivel del sistema económico sino también en nuestras rutinas más arraigadas. Esta evolución tecnológica está generando cambios significativos en la manera en que manejamos nuestras costumbres y efectuamos nuestras compras. Nos encontramos en una época en la que preferimos llevar a cabo nuestras adquisiciones vía online, quizás sin siquiera salir de casa, disfrutando del confort de nuestro sofá, aunque con la incertidumbre de si el producto que se describe en las páginas web es realmente el que se muestra en la pantalla, y con la preocupación añadida de que el producto llegue a nuestras casas “entero” y en perfectas condiciones, todo ello mientras dejamos nuestros datos personales en una plataforma virtual sin una garantía de seguridad suficiente. Esta situación da lugar a compras impersonales y desprovistas de calidez, abandonando el trato personal que experimentamos al adentrarnos en una tienda, renunciando a un “egunon” y a una cordial sonrisa. Afortunadamente, aún perviven numerosas personas que luchan contra el desmesurado poder de las grandes multinacionales de internet, y yo, modestamente, a través de mi trabajo, titulado “Cercanía” con un propósito premeditado, he intentado concienciar a los posibles compradores para que valoren más lo que tienen más a su alcance. He recopilado en una pequeña muestra las actividades más emblemáticas de Zarautz. Estoy convencida de que he dejado en el camino, otras muchas igualmente meritorias, pero lamentablemente, por limitaciones de espacio y tiempo, no ha sido posible incluirlas en el proyecto. Quiero expresar mi gratitud a todos aquellos que han dedicado un poco de su tiempo mostrando interés y colaborando en el proyecto. Además, agradezco a quienes me han brindado su asesoramiento en cuestiones técnicas y fotográficas; su mérito es evidente si mi idea ha conseguido realizarse.