El Festival Internacional de Imagen-Getxophoto 2024 se celebrará del 6 al 30 de junio. PLAYNo hay nada más serio que jugar. Durante la infancia, el juego es sinónimo de libertad, un mundo de fantasía fuera del poder de los adultos donde todo es posible y la realidad queda en suspensión. Un mundo sin ley. Pero también es jugando cuando aprendemos a respetar las normas, las impuestas desde fuera porque a ese juego se juega así o las que nos inventamos porque a ese juego también se puede jugar asá. Aprendemos las normas básicas de la convivencia, a hacer equipo y a jugar solas, a perder y a ganar, a respetar y a negociar. Es el gran campo de pruebas en el que ensayamos lo que está por venir. Cuando adultos, nos resignamos a que el juego se ha acabado. Nos convencemos de que ya no nos gusta, o de que no nos hace falta. Sólo lo aceptamos de manera disimulada en otro tipo de actividad. Algunos deportes, en los que nos desatamos sin freno ya sea jugando nosotras o mirando a los demás. O ciertas artes, con las que nos autorizamos breves incursiones en el lado divertido de la vida o más allá de la realidad (y no es casualidad que algunos idiomas conserven la sinonimia entre jugar y actuar: to play). También toleramos microdosis de juegos de mesa, aunque siempre con una excusa (en Navidad o en casos de aburrimiento fatal como un viaje sin móvil o algo que se asemeje al fin del mundo). Hay juegos que sobreviven en subculturas juveniles, como los juegos de rol o el cosplay pero, al parecer, nadie que no quiera ver cuestionada su madurez se adentra en esos territorios. Y por supuesto están los denominados “juegos de azar”, aunque nos preguntamos si no habría que llamarlos, simplemente, apuestas. Fuera de estos límites, en el mortecino mundo de la gente adulta, lo lúdico no tiene derecho a existir. En Getxophoto 2024 encontrarás propuestas que, desde el campo de la imagen y la fotografía, exploran el juego y el jugar desde estos puntos de vista y desde otros muchos más. ¿Jugamos?