García-Page, en el foro 'Vecinos y amigos' de Henneo: "No se puede poner patas arriba España"

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado este lunes en Zaragoza su preocupación por la coyuntura política, dominada por los populismos, y ha admitido que, como español y socialista "sufre el doble", dado que no le gustan "muchas de las cosas que están pasando". "No se puede poner patas arriba lo que es España", ha dicho el dirigente socialista, que ha deslizado sus críticas al modelo de pactos de Pedro Sánchez hasta el punto de decir que a él no se le hubiera ocurrido "dar el botón de inicio de la legislatura". El dirigente socialista ha participado en el segundo encuentro del ciclo organizado por HERALDO bajo el título 'Vecinos y amigos', en el que presidentes de comunidades autónomas limítrofes con Aragón, analizan la situación política y las relaciones de vecindad. La charla, que ha contado con el patrocinio de Aena, Caixabank, Endesa, Inditex, Renfe y Telefónica, ha reunido a representantes de la clase política, empresarial y cultural de Aragón. La entrevista, conducida por el director de HERALDO, Mikel Iturbe, ha comenzado con el debate de la financiación autonómica, en el que Aragón y Castilla-La Mancha tienen puntos de conexión. García-Page ha asumido que la realidad financiera de las autonomías "es muy dispar". Tras citar el régimen aparte de País Vasco y Navarra, que no ha querido discutir por estar recogido en la Constitución, ha subrayado que el resto de autonomías comparten un modelo "con excesivas singularidades". "Hay 17 modelos con 17 matizaciones", ha considerado. No ha sido optimista respecto a la posibilidad de que se pueda cerrar un acuerdo en materia de financiación autónomica que actualice el modelo actual, caducado desde hace 11 años "fundamentalmente porque Cataluña no ha querido sentarse a la mesa". "Y ahora quiere sentarse en distinta mesa, cosa que los demás tampoco aceptamos", ha dicho. Sin embargo, ha dejado claro que "ningún Gobierno ha tenido interés real en ponernos de acuerdo, porque cuanto más se retrasa un nuevo modelo de financiación, más caja hace el Estado", ha afirmado García-Page, que ha subrayado: "Es imposible llegar a un acuerdo. No va a haber ni intención de poner sobre la mesa ningún proyecto. Para el Gobierno, retratarse con una fórmula sería complicarse demasiado la vida", ha avisado. Ha dejado claro que la extensión del modelo vasco y navarro a Cataluña "es inviable" y "no va a salir". "Se pueden poner como se pongan. De ninguna manera, lo que faltaba", ha exclamado el García-Page. No obstante, ha expresado su inquietud por el hecho de que el Gobierno de España haya aceptado el marco de que "es posible" este debate. "Eso ya es grave, porque el independentismo catalán entiende que si no sale ahora ya saldrá mañana", ha declarado. A su juicio, sacar a Cataluña del régimen común "es claramente inconstitucional". Pero ha diferenciado esta cuestión de la denominada quita de la deuda, que él ha preferido llamar "reordenación". En este sentido, ha recordado que la falta de un nuevo sistema de financiación ha obligado a las comunidades autónomas a endeudarse. "No nos engañemos, se está manteniendo la sanidad, la educación y las grandes prestaciones sociales con los mismos ingresos que hace 11 años. Y se mantienen porque las autonomías vamos al banco para atender lo que hay", ha afirmado. Por eso, ha defendido que parte de esa deuda "la pueda reabsorber el Estado". Emiliano García-Page ha reinvindicado la sociademocracia clásica y ha recordado la insistencia en este asunto "del maestro Lambán", en referencia la expresidente aragonés y exsecretario general del PSOE-Aragón. "A Javier, como a muchos otros, nos ha correspondido mantenernos en nuestro sitio. A veces, paradójicamente, lo conservador es lo más progresista", ha declarado. "Estamos intentando conservar el solar de la socialdemocracia clásica, con la que particularmente creo que se identifica la inmensa mayoría del pueblo español, aunque no voten al PSOE. No nos hemos movido con la convicción absoluta de que si nos movemos del sitio alguien lo va a ocupan o lo van a vender", ha afirmado. En su opinión, "cuando pase esta etapa las cosas van a volver a su sitio", en referencia al PSOE. Por eso ha reivindicado un partido de mayorías, "no una suma de minorías", una "perogrullada absurda de tiempos líquidos". "España tiene que salir del enorme cortoplacismo del que está desde hace mucho tiempo", ha declarado. Ha descrito las grandes perspectivas que se abren en el futuro, con cuestiones como el turismo o las energías verdes. Pero ha advertido del problema que se cierne en el presente "con la irrupción de los populismos y el fanatismo independentista", que han propiciado que a España "sea sometida a preguntas sobre lo que es, no sobre qué hacer". "España tiene que desprenderse de los populismos, que no son solución, sino el problema en sí mismo", ha dicho. "Un país contento consigo mismo, que es realmente fuerte en el fondo, no puede someterse continuamente a un debate sobre lo que somos", ha manifestado. Para el presidente de Castilla-La Mancha, la ola populista también "se ha inoculado" en los partidos mayoritarios, entre ellos el PSOE, que en su opinión está "en la unanimidad de uno", porque solo cuenta "la opinión de uno", en referencia a Pedro Sánchez. En este sentido, ha cuestionado modelos como el de las primarias, que a veces no sirven para elegir "al más fuerte", sino que conducen "a la desaparición de cualquier andamio de partido".
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